El artista, por lo general, lidia con una mente contradictoria.
Una parte de la mente está en unas cosas y la otra parte de la mente no acepta esas cosas. Es una lucha interna muy desagradable y, generalmente, no se sabe lidiar con ella, se tiende, pues, a ignorarla, pero sale a flote una y otra vez, y una y otra vez, y una y otra vez..
Esto ocurre como consecuencia de una falta de entrenamiento mental que es totalmente imprescindible para sostener nuestro rol como artistas. Y es que la vida del artista, por lo general, no está equilibrada, y el equilibrio surge al desarrollar completamente la mente.
La mente no está entrenada y sucumbe una y otra vez ante las dudas, que surgen continuamente, una mente débil tiende a desarrollar las dudas y entonces todo se derrumba y surge una concepción de la vida desde una perspectiva de supervivencia, no se vive, pues, se sobrevive..
¿Cómo romper estos patrones?
Para esto se hace conveniente establecer una nueva relación con nuestra mente, fijar nuevos protocolos y, claro, para hacer esto necesitamos dosis extras de energia, además de la inclusión de unos determinados hábitos de oxigenación de la parte alta de nuestro cuerpo, disolver los viejos y erróneos patrones mentales con ejercicios psico-físicos de captación de energía y con la guia adecuada.
A medida que la parte alta de nuestro cuerpo va suministrándose de energía, los viejos límites van cayendo uno a uno y se genera automáticamente el entorno idóneo para la aparición de nuevos y frescos patrones mentales, patrones que nos permiten vencer poco a poco todas las contradiciones..